En el año 2001, en plena crisis económica nacional, cinco jóvenes profesionales de la Comunicación Social emprendieron el objetivo de trabajar por una comunicación democrática y alternativa a los medios hegemónicos a través de una radio comunitaria, Frecuencia Zero 92.5, en el barrio de Mataderos, de la Ciudad de Buenos Aires.
Las radios sociales, como la nuestra, son medios sin fines de lucro, impulsados por sueños, luchas y reivindicaciones, y siempre vigilados de cerca por los problemas y los obstáculos de todo tipo: económicos, legales, organizacionales y hasta personales. Las que logran capear las olas, se fortalecen como ningún medio. La creatividad y la resiliencia que tienen les brindan una gimnasia con la que son capaces de enfrentar toda clase de adversidades.
En mayo de 2006, Frecuencia Zero obtuvo el reconocimiento ante el COMFER (Comité Federal de Radiodifusión), a partir de la resolución 753/06, hecho que le permitió a la radio salir un poco más a la luz y evitar el riesgo de poder ser decomisada como solía ocurrir a finales de los 90 y comienzo de la siguiente década con muchas emisoras comunitarias a través de las denuncias que recibía la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC).
En cuanto al derecho a la información, defendemos el valor de las radios sociales por cuanto hacen que los sistemas de medios sean un poco más diversos y plurales. Si para evaluar un sistema de medios democrático, tenemos que ver si hay diversidad y pluralidad de voces, sin duda que los medios sociales juegan allí un rol fundamental que no alcanza a ejercer el Estado y que no se puede dejar en manos del mercado.
Ponemos a sonar voces relegadas del resto de los medios, como así también temáticas enfoques, discursos, informaciones que no están en las agendas hegemónicas. Y esto reviste un valor en cuanto a ofrecer otros puntos de vista y otros contenidos a los disponibles en los medios hegemónicos. Frecuencia Zero lo hace porque elige hacerlo.
En este tiempo en que uno debe revisar el pasado para contar esta historia aparecen caras, momentos, historias, encuentros y desencuentros que construyeron esta realidad que hoy somos. Somos una radio legal. Gracias a todos!
